lunes, 2 de mayo de 2011

La casa tomada de Cortázar




Leo los cuentos de Julio Cortázar. Uno en especial se ha quedado prendado en la memoria, dando vueltas intermitentes, a veces creo que busca significados o solo un lugar donde ser acogido con sus fantasmas que nunca vemos, solo los intuímos, andando por la vieja casa familiar que ocupan dos hermanos, con sonidos amenazantes cada vez más cerca de los protagonistas mientras avanza la lectura.

Se trata de la "Casa tomada", pertenece a Bestiario, y es un breve, pero intensísimo cuento sobre dos hermanos, maduros ya, solitarios, que viven plácidamente en su rutina inalterable dentro de la casa familiar, espaciosa y antigua, la que aman porque guarda los recuerdos de sus bisabuelos, abuelos, padres, de su infancia. Se habituaron a persistir solos en ella hasta que una presencia hecha sonidos los va cercando, estrechando sus espacios conocidos y logra expulsar a esta peculiar pareja de su pequeño y cerrado paraiso para arrojarlos a la vida, a un mundo desconocido.

Ambos, hombre y mujer, solteros, disfrutan su vida sin sorpresas, sus horas sincronizadas con los mismos sucesos repetidos día tras día, la monotonía sin tregua. No soportan la idea de un matrimonio que les arranque de sus recuerdos o de la seguridad entre sus paredes. Pasan las horas entre la limpieza del hogar en la mañana, el almuerzo a las 12 m, un momento grato que les permite disfrutar con placer el silencio de la casa y cómo los dos se bastaban para mantenerla impecable. En la tarde mientras ella teje, él lee y se deleita observando a su hermana tejer abrigos o calcetines. La tranquilidad de sus vidas es rota por sonidos nunca identificados que se desplazan por las habitaciones y pasillos de la añosa residencia familiar, cercándolos hasta finalmente echarlos a la calle. Y ahí quedar expuestos a la otra vida. La real. O eso presupone uno.

Significativamente lo único que consiguen "salvar" de la casa es un reloj, que les recuerda obsesivamente su temporalidad, su condición de mortales.

Cortázar explica así ese cuento: "Fue resultado de una pesadilla. Yo soñé ese cuento. Sólo que no estaban los hermanos. Había una sola persona que era yo. Algo que no se podía identificar me desplazaba poco a poco a lo largo de las habitaciones de una casa, hasta la calle. Me dominaba esa sensación que tienes en las pesadillas: el espanto es total sin que nada se defina, miedo en estado puro. Había una cosa espantosa que avanzaba, una sensación de amenaza que avanzaba y se traducía en ruidos. Yo me iba creando barricadas, cerrando puertas, hasta la última puerta que era la puerta de la calle. En ese momento me desperté: antes de llegar a la calle. Me fui inmediatamente a la máquina de escribir y escribí el cuento de una sentada".

De "La casa tomada" se ha dicho también que es una alegoría del peronismo y de la situación de Argentina a final de los años cuarenta. Cortázar no rechazó totalmente esta tesis: "Esa interpretación de que yo estaba traduciendo imaginativamente mi reacción como argentino ante lo que sucedía en el país, no es la mía, pero no se puede excluir. Es perfectamente posible que yo haya tenido esta sensación y que en el cuento se tradujera así, de manera fantástica y, simbólica".

Aquí les dejo en video el cuento y en la voz de su propio autor: Cortázar, que además poseía una extraordinaria voz y dicción para narrar.

Laura Fernández

No hay comentarios:

Publicar un comentario